jueves, 7 de enero de 2010

Los gordos proyectan sombras anchas... las pueden vender más caras

-Le vendí mi sombra al diablo porque desbordaba sin control mis límites corporales. Era una prolongación dispersa de mi yo que podía ser manipulada por cualquiera. Era mejor ponerle un precio... O sea, la sombra tiene un valor como signo existencial, identitario, pero para eso aún me queda mi reflejo. Y si vivo de noche, la sombra deja de tener importancia. Además, la sombra es para lucirla en vida, y la vida es corta. Malo que hubiera vendido mi alma, la cual sirve para después de la muerte...
-Ya en serio we. ¿Qué le pasó a tu sombra?
-Ash. Quedó congelada en el frío invierno ruso.
-Ja ja ja. Seguro se te quedó pegada al suelo, ja ja ja. Te lo advertí.
-¡Te lo advertí tiene un hermano y se llama cierra la boca!

1 comentario:

rafafefifofu dijo...

¡Gracias! Nunca es tarde para hacer uno. Yo descubrí que me expresaba mejor mediante imágenes que con palabras y por eso cuelgo todos mis dibujos y fotos ahí.

A mí me encantan los blogs como los tuyos, porque son honestos y sencillos.

-Rafa :)

P.D.: Si abres uno como el mío, me invitas a verlo y le pones una platilla que no de tantos problemos como la mía, jijijiji.